jueves, 29 de abril de 2010

Through the Mountains

Odio cuando pasan estas cosas. La verdad es que no sigo mucho el alpinismo, no estoy al corriente del día a día ni de las novedades acerca de este deporte tan peculiar. Tan sólo cuando algunas veces se cuelan noticias en los medios de comunicación sobre ascensos y demás, vuelvo a recordar este deporte. Siento mucho respeto por los montañeros y mucha admiración por sus trayectorias.

Por eso, cuando salen noticias como la muerte del montañero Tolo Calafat estos días en el Annapurna, no puedo evitar entristecerme ante el fatal desenlace y el asegurado sufrimiento del montañero. Pero lo que más odio es a los típicos individuos que dicen "él se lo buscó" o "por gilipollas". Esta gente son los verdaderos gilipollas, los que critican a una persona fallecida por praticar su hobby preferido. Subnormales.

El montañero se merece todo mi respeto. El alpinismo y la montaña es algo tan noble, que me revientan estas cosas. Ojalá algún pudiera escalar una montaña así y sentirme pequeño, sentirte solo ante la inmensidad de la montaña, ante todo su poder. Porque en realidad ese es el sitio de los seres humanos en el planeta. Tenemos la concepción de que el planeta esta para cubrir nuestras necesidades y lo modificamos y destruimos según nos convenga. Pero no. El ser humano es una habitante más, insignificante comparado con la inmensidad de la Tierra. Mucha gente debería comprender esto.

En un mundo en el que apenas quedan lugares que explorar, las grandes montañas aún siguen suponiendo todo un reto, un desafío para el "todopoderoso" ser humano. Noticias como esta nos lo recuerdan de vez en cuando. Por esto creo que el montañero se merece un respeto y debería tener un hueco en la leyenda, en la épica. Pocos hombres pueden igualar el valor de estos superhombres.



...



A mis 17 años, todavía no he olvidado mis sueños de pequeño explorador ni las películas de dinosaurios con stop-motion del señor Ray Harryhausen de las tardes de los sábados de hace 10 años. No quiero olvidar esos recuerdos. Son parte de mí y de mi infancia.



En otro orden de cosas, la selectividad valdrá la pena, a parte de por el acceso a la universidad, si al final consigo ver este verano a los Maiden. Toquemos madera.

jueves, 22 de abril de 2010

¿Qué hacemos ahora?

-Oye, han dicho que mañana lloverá. - dijo ella.
-Pues nos mojaremos.- aseguré yo, con el tono más conciliador que pude encontrar.





Últimamente creo que vivo más en el futuro que en el presente, y también creo que voy olvidando el pasado, poco a poco. Alguien dijo una vez que un hombre sin pasado no tiene futuro. En parte creo que tenía razón. Aunque cambiemos de lugar y de situación debemos tener presente nuestros pasado, no hay que olvidarse de nuestros orígenes, de nuestros primeros años y errores. Pero no debemos anclarnos en el pasado. Sí, hay que ir cambiando para no estancarse, y es que el agua estancada termina siempre podrida. Hay que visitar nuevos lugares, vivir nuevas aventuras y conocer gente. Hay que aprovechar el tiempo.

Pues lo que iba diciendo. Últimamente no dejo de pensar en el futuro, tanto en mi salud como en los estudios y en las personas. Quizá sea Valencia, Burjassot y Ciencias Biológicas; quizá sea selectividad; o quizá sea alguien más. Lo cierto es que parece que estoy viviendo en el futuro, deseando que pasen estos meses de incertidumbre. Lo cual me lleva a la contradición, pues siempre he sido de los que quieren aprovechar cada día y que no pase rápido. Dios proveerá, y sino me da igual.




Día de Sant Jordi, día del libro. El día en el que muchas mujeres van, más que con una rosa, con un capullo.

sábado, 17 de abril de 2010

"El Sueño del Caracol".

"La calle está poco alumbrada, el coche circula a toda velocidad. El conductor aprieta el freno. Demasiado tarde..."


http://www.youtube.com/watch?v=0iM1alyOR8w (copiar y pegar)


"El sueño del caracol" es un cortometraje que me ha gustado bastante. No suelo ver muchos cortos debido a que en la televisión, tanto en la Tdt como en la digital, no suelen programarse con frecuencia, y tampoco me gusta verlos por Internet. Pero en este caso, he hecho una excepción y la verdad es que ha merecido la pena. Fantástica historia la que nos cuentan en esos 15 minutos. Una obra que aborda la timidez de las personas y el destino, pues la introducción del corto junto con el final, nos muestra un destino inamovible.

Si tenéis 15 minutos, serán 15 minutos bien invertidos si le echáis un ojo a esta pequeña gran obra. Os gustará.




En otro orden de cosas, hay que decir que esta semana tan extraña se esta acabando. Sin embargo parece que acaba bien. Superando el examen de química con esperanzas y con una tarde de viernes en el que la inesperada lluvia; sí, al final llovió, no fue un obstáculo para la vuelta por la ciudad, las partidas de billar y las reflexiones en los portales. El sábado espera con un concierto y el domingo con ensayo y algunas cosas más. Hay que aprovechar para respirar aire puro estos fines de semana libres ante de los exámenes y la selectividad. Que Jimi Hendrix no nos pille confesados.


Alex(andre).

jueves, 8 de abril de 2010

The sun will break the night till dawn.


El otro día volvieron a mi mente algunos recuerdos que ya daba por perdidos, recuerdos que pensaba que habían sido sueños. Recuerdos lejanos de tiempos, momentos y personas especiales.

Mis pasos me condujeron por callejuelas que antaño recorría cada tarde, callejuelas que permanecían impasibles ante el paso del tiempo. Estrechos pasadizos de época medieval que se adentraban en el castillo, que siglos atrás había sido el baluarte de la ciudad. Ahora el progreso había dejado aquellas calles apartadas de la ciudad emergente. En ellas solo los ancianos y la gente más arraigada de la ciudad continuaban haciendo su vida, apartados de las industrias y el mundo de los negocios. Aisladas y solitarias, aquellas calles fueron nuestro lugar favorito, nuestro lugar especial durante un verano. El refugio donde podíamos escapar y estar a salvo de la rutina y la mediocridad.

Hace unos días retorné a aquel lugar, años después de algunos de los momentos más especiales de mi vida. Momentos en los que pensaba que tenía todo a mi lado y en los que aún no conocía el dolor y la soledad. Instantes en los que la cruel realidad aún no me había alcanzado y en los que no existía el mañana. Tras una esquina pude contemplar aquellos bancos en los que pasábamos horas y horas cada tarde de aquel verano, observando el ir y venir de desconocidos transeúntes que, ajenos a nuestra presencia, continuaban con sus vidas.

Nada había cambiado en aquel rincón. Los años no pasaban para aquel lugar mágico. Volví a sentarme en aquellos bancos y pude volver a contemplar la preciosa vista que se divisaba desde allí, pero esta vez lo hacía solo. Enfrente, el horizonte se alzaba hasta el infinito. Desde aquel punto, se dominaba toda la ciudad hasta al mar. Un mar relativamente lejano. Detrás de mí se levantaba la fortaleza, que antaño guardaba la ciudad y que ahora no era más que una simple ruina turística.

Recordé aquellos tiempos en los dos compartíamos el día a día, nuestras ilusiones y nuestros sueños. Unos tiempos que ya no volverán, que se esfumaron al igual que hiciste tú.

El invierno ha sido frío y largo, y yo no he vuelto a saber de ti.






Todo bien, nubes y claros en el horizonte. Renovado e ignorante optimismo. Mucho esfuerzo, ¿recompensa?. Es posible.

miércoles, 7 de abril de 2010

Oh, give me time.


La naturalidad es la más difícil de las poses...




A veces creo que me centro demasiado en la música. En mi vida hay otras cosas, como pueden ser los amigos, el cine, la literatura o los estudios. Sin embargo, a lo que cada vez dedico más tiempo es a la música, y esto no siempre es bueno. He llegado a un punto en el que, dependiendo de la música, mi ánimo es diferente. Por ejemplo, si hemos tenido un mal ensayo, un ensayo de esos que a veces ocurren en los que no te salen las cosas, el día en general irá mal. Pero por otro lado, si hemos tenido un ensayo bueno, en el que hemos avanzado y hemos sacado nuevos temas, el día será, muy probablemente, un buen día. Y es que en la música, pocas veces estas mejor que ensayando con un grupo. Cervezas, colegas, mucho ruido y mucha diversión.



I live my life alone,
never going home,
just like they said,
It's just a song the same,
It's just a song the same.