domingo, 31 de julio de 2011

Al menos me voy de aquí.

Algún día de estos cogeré la chaqueta y saldré de casa. Diré que voy a por tabaco o me inventaré cualquier excusa tonta que no tenga nada que ver con lo que voy a hacer. Mi intención será caminar durante horas hasta encontrar el lugar indicado para detenerme y pensar. En una balanza, pondré todo lo que te quiero y, por otro lado, todo el daño que me has hecho. La verdad es que no sé porque pienso en hacerlo, ya conozco el resultado. Lo que te quiero es mayor que el daño recibido, básicamente porque creo que te quiero mucho y porque algunas personas tenemos la manía de querer a alguien hasta las últimas consecuencias. Kamikazes. Seguiré sin abrir los ojos y volveré a casa con las manos en los bolsillos. Y una vez llegue a casa, abriré la puerta y diré: he vuelto, cariño.





Todos los libros del último siglo, todos los discos parecen decir que me olvide de ti, que me olvide de todo, que me vaya de aquí. Y lo estuve intentando muchas veces, y no he visto la forma de salir. Debe ser que después de tanto tiempo, no quedan soluciones para mi.


Desaparezco un tiempo.

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