sábado, 16 de junio de 2012

Azul fuerte.



                                                                                                   Pont des brumes.


Es tanto lo que te hace grande, que todavía hoy, justo tres meses después, vuelvo a recordar aquella noche fría, en el río. Donde cruzamos puentes y donde hablamos de Copenhague, y de sus canales; y donde me juraste que serías mi escudo humano y me protegerías del tiempo, incluso del hombre del saco si se acercara demasiado. Y tus labios me susurrarán "maldita dulzura la tuya", y yo seré valiente y contestaré que no, que maldita dulzura la nuestra.


Ya huele a tormenta, rechinan veletas mas tú, tú me puedes salvar.

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