martes, 10 de noviembre de 2009

Caprichos tétricos del destino.

Es una realidad innegable la naturaleza frágil de los seres humanos y que en cualquier momento nos puede llegar la hora de pasar al otro barrio, pues si algo es seguro en la vida, es la muerte. Nadie puede escapar a ella. El más sano, fuerte y sabio tampoco es una excepción ya que ella nunca descansa.

Cada día mueren millones de personas y nacen millones de personas, es el ciclo de la vida. Y de esos millones de personas, la mayoría pasan la vida en el anonimato ante el resto del mundo, pero existe cierto sector de los difuntos que son personalidades famosas y, aunque suene poco ético, nos entristecen más. Esto se debe a que sentimos que eran parte de nuestra vida, de nuestros recuerdos y es aquí donde entra un pensamiento que me ha venido a la mente hoy.

Todos los años, suele existir un período de tiempo en el que se producen varias muertes de personajes famosos de manera bastante simultánea siendo este hecho explicado como una simple coincidencia o capricho macabro del destino. Este año no es una excepción y ahora es el momento en que se esta produciendo este período pues no hay más que ver las noticias que se han producido en el último mes.

Octubre nos sorpendía con la muerte de Luis Aguilé y también con las del ciclista Frank Vandenbroucke y el colega Andrés Montes, y Noviembre llegaba con la muerte del filósofo Lévi-Strauss, el actor José Luís López Vázquez y el escritor Francisco Ayala. Y hoy hemos conocido la noticia del suicidio del portero Robert Enke, que vivía en una depresión provocada por la muerte de su hija de 2 años que nunca superó, y el suicidio del ciclista español Agustín Sagasti, que sufrió un accidente a las 25 años que truncó su carrera. Además hace unos días conocimos también el suicidio del ciclista belga De Zeeuw, que se vió involucrado en el accidente que le costó la vida a su compañero Isaac Gálvez.

Es curioso el caso de la muerte de tantos ciclistas en tan corto período de tiempo y también es curioso que la principal causa de muerte de la mitad de los que nombré anteriormente fuese el suicidio.

Triste y macabro capricho del destino...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es increíble observar cómo por inercia del subconsciente tendemos a "valorar" más la muerte de algún famoso, cuando existen personas que han exprimido sus entrañas por dar todo lo que tienen y sin embargo, han pasado totalmente en silencio frente al mundo.

Más triste me parece la reacción de la gente tras la muerte tan reciente de un chico, que ha acontecido aquí, en mi ciudad:
Muchísimas personas se han colocado como imagen de avatar (en tuenti) una foto del chico que ha muerto junto a ellos. No quiero ser demasiado crítica, puesto que los sentimientos no tienen una pauta a seguir y no todos reaccionamos de la misma manera frente a los desastres, pero...el hecho de poner este tipo de fotos, me da la terrible sensación de que tratan al pobre chico como un famoso, como si la muerte le haya llevado a la fama en plan "Mirad mi foto, yo le conocía" y probablemente el 80% de esas personas no habían hablado con él en la vida.

En fin...saludos