martes, 27 de marzo de 2012

Puedo estar mejor.




Aquello no estuvo tan mal, pero no podía durar. Ahora dicen que estoy mucho mejor, paso el día en modo off. Alguien me engañó, me prometió que esto era mejor, y ahora me arrepiento de haber dejado aquello. Pero vuelve a mi cabeza el ruido de la televisión, me anestesio y dejo de pensar, tan solo puede que cambie de canal.

Veo pasar las cosas muy despacio en este nuevo estado. Pero no me gusta nada, me siento entumecido y a veces asustado. Cinco años atrás, lo otro era divertido.

Y desde el pasillo oigo a mi mujer, dice que arregle la estantería de una puta vez. Echo de menos aquello y creo que tomaré un poco más, tengo un buen contacto, él me ayudará.


Se despierta,
va descalza al comedor,
él le abraza,
un abrazo de esos que le hacen reír.

No apetece cocinar,
mejor dormir.

jueves, 22 de marzo de 2012

Autoayuda.

Día uno en pie, comienzo a andar, he de aguantar, lo puedo hacer. El día dos avanza hasta el final y llega el día tres, lo vuelvo a estropear.


Y ahora siento que pierdo el control
sobre todo lo que creía mío.
Pero desde el momento en que te pude tener
ya solía sentir que te había perdido,
y ahora todo amenaza con volverse real.
Yo sé que los dos sentimos lo mismo,
sólo estamos en sitios distintos,
sólo estamos en sitios distintos.
Y no, ni en cien vidas más
lograría entender
uno solo de estos últimos días.


N.V. x2

lunes, 19 de marzo de 2012

It's always a relief to see you again.

Esta mañana me he despertado tarde, muy tarde, y a pesar de haber dormido casi doce horas, seguía cansado. He estado unos minutos mirando el techo del cuarto hasta que poco a poco me he ido acordando de todo, del día más frío de la historia, del día más triste... y de aquel primer abrazo.

En ocasiones todavía me pregunto si fue un sueño, porque me cuesta creer que la realidad fuese tan perfecta como lo fueron todos esos momentos. Incluso los que duelen, porque si duelen, es por algo. Si no nos doliera la despedida, significaría que somos dos personas más. Pero no, nos duele, y es que ésto es muy especial.

Parece que sí. Las fotos dicen que todo fue real, que todo ocurrió. Y además, la marca que dejaste en mi corazón es testigo mudo de todo lo que vivimos nosotros dos.

Y lo que nos queda por vivir.


Y cada día por la mañana,
venías a casa sin hacer ruido
y te acurrucabas en la cama
junto a mí.

martes, 6 de marzo de 2012

Así, no.



Lo he pensado muchas veces, pero nunca me he atrevido a hacerlo. Puede que sea porque tal vez no soy tan valiente como presumo ser, o porque, conforme van pasando los años, uno se da cuenta de las cosas que son especiales y hay que cuidar, y de las no son más que insignificantes pérdidas de tiempo pasajeras. Y, aunque hace tiempo que me di cuenta de que soy un farsante, creo que esta vez se trata de lo segundo. Y no hago nada porque tengo miedo de tocar algo y que todo se venga abajo.

Esta mañana estuve comentándoselo a alguien. Realmente soy incapaz de recordar quien era, pues llevo un tiempo más allí que aquí. Le dije que si algo funciona, ¿para qué vas a cambiarlo?. Pero no sé si ésto funciona ya, y las dudas me asaltan una noche más.

Ojalá un día de estos un coche me lleve por delante y me quede en coma un par de meses. Así podría descansar un poco y, tal vez, si sobrevivo, empezar todo desde cero. Pero por ahora controlaré mis instintos semi-suicidas y me quedaré en la acera cuando el semáforo esté en rojo, porque, aunque os cueste creerlo -incluso a mí me cuesta creerlo a veces-, hay gente que lo pasaría mal si me hiciesen daño.

Guárdame dentro un sitio,
necesitaré cariño,
cuando vuelva de luchar con los demás.