martes, 26 de agosto de 2008

Bares, que lugares!

Bueno, pues ya estoy de regreso del pueblo de mis abuelos. Las tres semanas han pasado casi volando. Eso de estar casi incomunicado hace que no te des casi cuenta de lo que ocurre en el mundo. Salir con los amigos un rato, la bicicleta otro, escribir otro ratito... total que mi único vínculo con el resto del mundo han sido las olimpiadas. Grandes olimpiadas pero no las mejores. Lo mejor de ellas, Michael Phelps. La natación es mi deporte preferido(junto con el ciclismo, fútbol, atletismo y rugby) y Phelps ha demostrado que es el mejor de la historia.

Ahora una pequeña reflexión...



Bares

Pongámonos en situación. Hombre adulto, cuarentón, soltero/separado, sector medio/bajo. Tras separarte de tu mujer, te ves obligado a cambiar de casa y con tu sueldo solo puedes comprar una casa en uno de los peores barrios de la ciudad. Después de un día duro de trabajo desde las siete de la mañana hasta las siete de la tarde, llegas a casa destrozado. Por la calle nadie te conoce, nadie te saluda, nadie quiere hablar contigo. Allí no hay nadie. Desde que se fue por la mañana nadie ha pasado por el piso de cuarenta metros cuadrados que es lo máximo que se puede permitir. Abres la nevera y no hay nada de comer. Enciendes la tele y ves que van a hacer un partido de fútbol pero no hay nadie con quien verlo, estas solo…

Decides bajar al bar de la esquina. Entras. Ves a más gente como tú que esta viendo el partido. Como tú, están cerrando sus heridas. Bebes unas cervezas mientras miras el partido. No conoces de nada a los que hay a tu alrededor pero aún así comentas el partido con ellos y discutes sobre que jugador debería ir a la selección. Acaba el partido y la conversación sigue. Haces buenas migas con el resto de clientes del bar. Esta el callado, el bruto, el dueño, el astuto, el escéptico, el viejo. Se crea una micro sociedad entre las paredes del bar.

Al día siguiente todo pasa mejor porque sabes que por la noche te reunirás con tus nuevos amigos del bar y no te sentirás solo en esta nueva etapa de tu vida. Ya no pensarás en suicidarte porque todo te marcha mal porque si te suicidas ya no podrás acabar la conversación con el escéptico que siempre lleva la contraria.


Aquí mi pequeño tributo a los bares que aunque no se noté, son importantes en la sociedad de hoy en día. Aunque a muchos les parezcan sitios repugnantes porque son unos limpios, creo que todos deberíamos respetar a estos establecimientos.

¡Cuantas vidas habrán salvado los bares!

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