viernes, 1 de enero de 2010

And a Happy New Year...


Acabo de llegar a casa después de deambular por las calles y algún que otro garito de esta ciudad, con la compañía de algunos amigos, menos de los que se esperaban. Sinceramente, no ha sido una noche especial, no ha sido una noche espectacular de las que hacen que despidas el año a lo grande. Nada de eso.Tampoco se puede decir que nos haya ido mal, pero podría haber estado mejor. De todas formas no me sorprende esta sucesión de acontecimientos, al fin y al cabo ha sido una noche acorde con las últimas circunstancias que han rodeado últimamente mi existencia.

A pesar de que estos últimos días el tiempo había mejorado y se podía ir en manga corta, hoy se levantó un viento extraordinariamente fuerte lo que no ha hecho si no empeorar más el panorama. Una noche desapacible, fría y desesperanzadora que no invitaba a la fiesta para los que no tuvimos la oportunidad de conseguir alguna casa en la que celebrar el nuevo año con los colegas.

Así pues espero que esta noche tan, ¿cómo decirlo?, decepcionante sirva para poner punto y final a la mala racha que desde hace una semana me acompaña. No me puedo quejar de 2009. Ha sido un añorelativamente bueno, lleno de nuevas experiencias y nuevas sensaciones. En el que se puede decir que he madurado y me he dado cuenta un poco más de las cosas. Han ocurrido cosas muy buenas durante todo el año, pero esta última semana...

Esta última semana de 2009 auguraba un buen final de año, pero no ha sido así ni mucho menos. Gran parte de mis esperanzas de cara al nuevo año se han esfumado a corto plazo. Bah, no se por qué digo a corto plazo dejando entrever que existe alguna solución, así solo consigoauto engañarme y crear falsas esperanzas. Una semanita aciaga en mucho terrenos de mi vida, una semana para olvidar, una navidad que no pasará a la historia.

¿Y que espero de 2010? Este nuevo año promete muchos cambios en mi vida. Más independencia, más aventuras, más oportunidades para cumplir mis sueños, la posibilidad de tocar en concierto, de trabajar, de tener coche, de irme a Valencia, de viajar, de conocer gente y de intentar corregir los fallos del año pasado.

El tiempo dirá, yo por si acaso estaré al pie del cañón.

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