domingo, 24 de diciembre de 2017

None but the rain.


We had our day but now it's over,
we had our song but now it's sung.
We had our stroll through summers clover,
but summer's gone now, our walkin's done.

So tell me gently who be your lover,
who be your lover after I'm gone.
Will it be the moon that hears your sighin'.
Will it be the willow that hears your lonesome song.

Will it be the rain that clings to your bosom.
Will it be the sunshine that dries your fire hair.
Will it be the wind that warns of my returning.
Will a rose be in your arms when I find you waitin' there.

None but rain should cling to my bosom.
None but the moon should hear my lonesome sigh,
None but the wind should warn of your returning.
Fare thee well, my love, good bye.


None but the rain - Townes Van Zandt




He salido a la terraza y me he enchufado el primer cigarrillo del día, el que más me hace recordar que todo es una mierda. Un último momento de lucidez para reflexionar sobre esa sensación de ligereza, esa sensación de que caer en la espiral es algo inminente. Que solo falta un pequeño empujoncito para abandonar cualquier atisbo de formalidad y para adoptar definitivamente una vida oficialmente dramática. El año se acaba y este cigarrillo me trae muchos recuerdos, como el de cuando solo me quedaban cinco minutos de vida, o cinco minutos contigo, lo que viene a ser lo mismo. Y yo deseando pegarme un tiro para dejar de escuchar ese tic-tac en mi cabeza de los segundos a tu lado agotándose. Deseando que aquel abrazo no se acabase nunca. Incrédulo al pensar que los kilómetros se habían transformado en centímetros. Suspirando por tu voz, por esos labios... por esos cabellos tuyos rozándome el cuello. Resignándome a dejar escapar esa lágrima mientras te veo alejarte sin saber cuándo, o si te volveré a ver, simplemente.

Así se acaba el año. 



No hay comentarios: