Mi situación es la siguiente: he llegado a un punto en el que los vicios y las drogas presentes en mi vida, son incapaces de hacer sombra, de acercarse, a aquello que ahora mismo centra mi atención. Una fuerza suprema, primitiva, atemporal y extravagante controla mi destino. Me gustaría decir que soy capaz de controlarlo pero me acabo de dar cuenta que no. Y es que cuando caigo en la trampa y me dejo llevar por esta "fuerza" me siento tan bien. Mi primer impulso es seguir la corriente y dejarme llevar pero cuando lo pienso detenidamente, me digo a mi mismo que esto no puede ser. Que vivo anestesiado, en un mundo a parte, un mundo irreal donde no existe el dolor. Y la realidad es que no me puedo permitir dejar de poner los pies en el suelo, en el mundo real, pues sería echarlo a perder todo.
Recapitulemos, lo bueno de esta "fuerza" es que sometido a ella, todo es felicidad y bienestar. Sin embargo, no siempre puedo disponer de esta fuerza para mi disfrute personal. Y cuando no la tengo disponible, cuando no estoy en ese mundo irreal que me ella me proporciona, esa ausencia tiene diversas repercusiones sobre el mundo real, sobre mi vida en el planeta.
Ahí pues, compañeros, esta el dilema, la encrucijada. ¿Por que mundo me decanto?. Cualquiera de las dos opciones conlleva algo de sufrimiento. A esta hora, 1:17, estoy sopesando la posibilidad de combinar ambos mundos, es decir, seguir igual. Aunque esto significaría renunciar a algunos privilegios y hacer gala de una encomiable fuerza de voluntad.
Gracias. Mi blog + mis pensamientos + mi voluntad = lo que me da la gana. Sí, esto es algo que parece pedir que vosotros, lectores, me ayudéis. Pero a ver quien se atreve con semejante embrollo de palabras.
"¿Cómo es mi vida sin ti? Pues sin ti si que es vida."
1 comentario:
Ya sabes que yo me atrevo con todo.Pues yo creo que la mejor solución es que te quedes con lo mejor de ambos mmundos,como ya dijo una canción de Van Halen :)
Un abrazo,querido escritor.
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