jueves, 19 de marzo de 2020

Diarios de la peste (I)


Se me va a hacer larga la cuarentena, aunque supongo que como a todo el mundo. No es nada especial. Lejos de alguien que me importe, como la mayoría de mi existencia. Aunque estoy acostumbrado a no poder verte parece peor ahora que también me lo impide el Estado. Un obstáculo más, en forma de controles de las fuerzas y cuerpos de seguridad. Otro obstáculo más, como si fueran pocos los kilómetros y muchas tus ganas de verme. Pienso que de alguna manera ya me había acostumbrado a todo lo que nos separa y que esta pandemia me lo ha recordado, siendo así todo más dramático. Una verguenza si lo comparas con un drama de verdad, como me suele pasar.

Yo solo espero que tú estés bien. Y, siendo un poco más egoísta, que mi recuerdo se cruce de vez en cuando por tu cabeza. Una vez a la semana, aunque sea. Quizá el recuerdo de aquella playa o de aquella canción que sonaba en aquel sitio del centro. Y también querría que no se acabase el mundo aún y volver a sentir lo que sentía esos cinco minutos antes de verte, aunque fuese similar a un ataque al corazón.



Le he preguntado a todos mis amigos 
y cada uno de ellos me ha dicho que sí.
Todos los libros del último siglo,
todos los discos del mundo parecen decir...

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