Mi existencia transcurre ajena al paso de los días. Vivo en un mundo paralelo, conformado por futuros sueños, reminiscencias de realidad y recuerdos que nunca ocurrieron. Vida bohemia. El viento, siempre presente en esta ciudad, trae aromas de libertad, de anhelos y esperanzas. Una melodía sugerente se filtra por las calles que un día lo significaron todo. Pero ha llegado el momento, el momento de abrirse a nuevos horizontes. Mis zapatos me piden nuevas calles y mis ojos nuevas gentes. Estoy dispuesto a cambiar de aires, muy a mi pesar de dejar atrás toda mi vida y a casi todas las personas importantes. He de abrirme camino, soy demasiado joven para renunciar a mis sueños, siento que...
Vuelvo a la realidad. Decido repasar por enésima vez los apuntes de Química. Enciendo la radio para escuchar como va el fútbol. El Athletic ha empatado, y el Madrid esta perdiendo otra vez, joder.
La vida sigue, los exámenes vienen y van, los conciertos también y las personas se van. ¿Qué quedará al final?
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